Mazorcas de maiz o panochas de panizo, así las llamábamos nosotros. Cada día de verano teníamos que desgranar una porción grande para poder ir al río a bañarnos por la tarde mientras los mayores echaban la siesta.
En las frías mañanas lluviosas del otoño desgranábamos panochas y jugábamos con los cabirones construyendo como algunos niños hacen con los Mecanos, altas torres o echándolos a la lumbre para calentarnos y observar como se consumen curvando su forma. Cada grano negro tenía algo especial: un lunar en tus mejillas, un deseo si sólo había uno en la panocha...
Te cortabas los brazos con las hojas verdes del maiz al recogerlo mientras podias perderte en un bosque gigante que ocultaba tu presencia. Los largos pelos que crecian en la punta rubios y normalmente ásperos servían para barbas y mechones simpáticos, otros se guardaban para remedios medicinales. Las blancas farfollas del interior se usaban para abultados colchones.
"Zea mays, comúnmente llamada maíz (término de origen taíno), choclo (de origen quechua), millo (del latín milĭum), aba1 (de origen muisca) o elote (de origen náhuatl), es una planta gramínea anual originaria de América e introducida en Europa en el siglo XVII". Wikipedia
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