miércoles, 26 de diciembre de 2012

Te deseo


TE DESEO de Sergio Jockymann

"Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, 
no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es, sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso
malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que 
por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni poco, en la medida exacta, para que, 
algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. 
Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea 
justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible.
Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, 
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los
que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino 
con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que 
haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es 
necesario dejar que fluyan entre nosotros.

TE deseo de paso que estés triste, no todo el año, 
sino apenas un dia.
Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, 
que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, 
por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injustica y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro, alimentes a un pájaro 
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto
matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por más
minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es 
necesario ser práctico.
Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:
"Esto es mío", sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, 
pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte 
y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena
mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando estén 
exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para 
recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte."