miércoles, 6 de marzo de 2013
almedro
Estuve en febrero haciendo fotos en mi pueblo, rodeada de almendros ya sin flores. Este año las nieves tardías han helado la cosecha de almendras.Cuando antes sólo había almendras y aceituna, había que tirarse a trabajar la tierra de otro para poder sobrevivir.
Me doy cuenta de la dificultad de englobar lo que quiero que los demás vean. La naturaleza me impacta, entonces me paro, cojo un trocito como de cartulina con una ventanita rectangular y dejo ver a los demás sólo un cachito de aquello que a mi me emociona. Si yo consiguiese meter en esa ventanita perforada en la cartulina todo lo que vivo en ese momento, miraríais la vida con mis propios ojos. No sé si eso es lo que realmente quiero.
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Grandísimo comentario Tonia y preciosa foto. Un saludo. Por cierto, ya visite la exposición de Virxilio.
ResponderEliminarGracias Javi, el adjetivo superlativo jeje no sé...
ResponderEliminarVirxilio es grande, sin saberse grande, sólo un fotógrafo de pueblo sin más aspiraciones, pero cómo consigue cautivar la mirada de sus fotografiados, cómo consigue darle dignidad al Portugués con su chaqueta roída, me emocionan sus mujeres, escrutando mi propia vida. Con esas miradas diría que saben tanto de mi como yo de ellos.
Deberían pasarla por más ciudades, volvería a verla y reverla.